La Campaña
¿Qué reivindicamos?
Solicitamos un espacio y los recursos humanos y técnicos que permitan asegurar el trato y tratamiento digno y profesional que requieren las personas que se encuentran ingresadas en la UHSM de San Lázaro para su recuperación, desarrollo e integración, respetando el cumplimiento de los derechos de las personas con Problemas de Salud Mental.
Contexto, antecedentes y situación actual
Asaenes Salud Mental Sevilla, junto a otras instituciones como el Defensor del Pueblo, ha venido denunciando repetidamente la situación de precariedad de la UHSM de San Lázaro, que imposibilita el cumplimiento de los derechos de las personas con Problemas de Salud Mental a recibir atención sanitaria en condiciones de igualdad, sin que pueda ser objeto de discriminación por razón alguna, respetando su personalidad, dignidad humana e intimidad.
La situación de esta unidad, que con carácter provisional se trasladó a esta ubicación hace ya más de 30 años, es precaria, insostenible e injustificable, tanto por criterios terapéuticos para la adecuada atención de las personas con Problemas de Salud Mental, como por justicia social y dignidad.
Son imprescindibles las instalaciones y los servicios adecuados para poder prestar tratamientos que favorezcan la recuperación e inserción en la sociedad de las personas, que aseguren que se cubren otras posibles complicaciones médicas o urgencias, y que además se hace de forma respetuosa con la intimidad y la dignidad de las personas usuarias.
Sin embargo, a pesar de las denuncias interpuestas y los diversos intentos de alcanzar una solución con los responsables sanitarios, la situación denunciada se perpetúa, lo que está provocando, como así refuerza la declaración de los Derechos Humanos de la ONU, que “las personas con problemas de salud mental sean objeto de discriminación generalizada, estigmas, prejuicios, violencia, exclusión social y segregación, internamiento ilegal o arbitrario, medicalización excesiva y tratamientos que no respeten su autonomía, voluntad y preferencias”.
NO se puede seguir tolerando que se trate a ESTAS PERSONAS COMO PACIENTES DE SEGUNDA CATEGORÍA, al no proporcionarles las condiciones básicas, que en cualquier otra unidad o especialidad no serían ni lejanamente cuestionadas.
Como establece la Organización Mundial de la Salud, «no hay salud sin salud mental», para lo que se requiere una intervención integral que coordine los servicios sanitarios y sociales, con especial atención a la promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación, atención y recuperación de las personas. Para conseguir estos objetivos es imprescindible contar con las instalaciones y los recursos adecuados, que es lo que reivindicamos.